Nuestra residencia de ancianos, su segunda casa

Cuidamos de tus familiares desde el cariño en nuestro centro en Mieres

Nuestra residencia de ancianos, su segunda casa

Una residencia para que nuestros mayores disfruten de una calidad de vida plena. Así definimos nuestra residencia de ancianos en Mieres, un retiro para que tus familiares puedan descansar y sientan que somos su segunda casa. ¡Venid a visitarnos sin compromiso!

En Nuestra Señora del Rosario destacamos por la cercanía y el cariño con el que tratamos a nuestros residentes y sus familiares. Nuestro centro para mayores está situado en el corazón de Asturias, donde se respira la tranquilidad de la naturaleza y garantiza el máximo confort.

Además, contamos con una decena de trabajadores que se dedican en cuerpo y alma a los 14 residentes que componen nuestro centro de ancianos. Esa es la capacidad máxima de la residencia, de ahí que nuestro trato sea tan cercano y personalizado.

¿Qué ofrecemos en nuestra residencia de mayores?

Nuestro centro abarca servicios que van desde lo sanitario hasta lo asistencial, haciendo énfasis en los talleres ocupacionales que mantienen activos a nuestros residentes; celebramos las fiestas típicas asturianas con los familiares y muchas actividades más.

Servicios

Contamos con enfermería propia, una terapeuta ocupacional y estamos a 500 metros del centro médico. Además, contamos con servicios complementarios como peluquería, masajes o podología.

Valores

La cercanía es nuestro punto fuerte. El número reducido de residentes y extenso de trabajadores nos permite actuar desde la empatía, la paciencia y una atención de calidad las 24 horas del día.

Instalaciones

Las habitaciones son individuales, dobles y triples y tienen salida a nuestra terraza, contamos con cinco baños geriátricos, sala de terapia, de ocio y televisión y servicio de cocina propia y casera.

Actividades

Destacamos por nuestros talleres de envejecimiento activo y prevención de la demencia, además de actividades como una merienda mensual o las fiestas de la Seronda, el Amagüestu o el Antroxu.

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